Y se queda uno con la esperanza,
colgando de su delgado hilo
de tantas cosas colgando,
de tantas esperanzas deshaciéndose,
con tanto temor oculto,
con tantos olvidos como caben
en un instante, tantos olvidos
vividos y padecidos,
como para llenar una estrella.
colgando de su delgado hilo
de tantas cosas colgando,
de tantas esperanzas deshaciéndose,
con tanto temor oculto,
con tantos olvidos como caben
en un instante, tantos olvidos
vividos y padecidos,
como para llenar una estrella.
José Antonio Muñoz Rojas
Hermosas palabras, en este día grisáceo de otoño yo te respondo:
ResponderEliminar"Están cayendo las estrellas...
-¿Qué estás diciendo, hermana?
Son estrellas fugaces.
-¡Están cayendo estrellas!
-Qué pensamiento extraño...
-¡Como del cielo claro
se desprenden estrellas!
Pon tus manos abiertas
para que en ellas caigan...
-¿Qué estás diciendo, hermana?
Son estrellas fugaces,
ni caen ni se recogen.
-No importa. Pon las manos..."
Un fuerte abrazo, hermana.
Bello texto y espectacular fotografía para una tarde lluviosa
ResponderEliminarMientres nos quede un hilo, ¡la esperanza!
ResponderEliminarY un beso entretejido de esperanza
Bellísimo poema. Y qué ciertos son esos olvidos padecidos... Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarFascinantes las palabras y la imagen, una caricia a los sentidos.
ResponderEliminarUn beso
Poeta totalmente desconocido para mí. Las imágenes son muy etéreas pero tienen mucha fuerza.
ResponderEliminarDescubrí a este poeta cuando murió el año pasado. Bueno, más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarLa entrada, preciosa. Un beso
Algunas veces te das en los morros con un post tan bello que no sabes qué comentar,porque es pa ná.
ResponderEliminarPues eso.
Besos.
Vivimos colgados de un hilo. Debemos procurar, sin embargo, no vivir como marionetas y poner en el universo una estrella danzante.
ResponderEliminarBuen poema
Salud
Francesc Cornadó
Qué buen poema. Demasiado se le pide a la esperanza, en ocasiones.
ResponderEliminarBesos
Parece que la esperanza lucha por no perder ese hilo fino de donde cuelga... Habrá que echarle una vuelta de otro más grueso, si se puede, en medio de tantos olvidos...
ResponderEliminarCuanta razón en las palabras del poema y cuanto poema en la fotografía.
ResponderEliminarMuchos besos
tantos olvidos
ResponderEliminarvividos y padecidos,
como para llenar una estrella...
...Y los sueños de varios siglos.
Me gustó mucho, Isabel.
Más besos
Encontré las palabras precisas en este poeta para expresar lo que sentía y poder completar esta fotografía que me gusta mucho: una telaraña cubría un ladrillo viejo en la casa del pueblo y el agua hacía lo demás.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que os guste, gracias y un montón de besos a todas/os.
Siento contestar tan tarde y en general, pero estoy algo apurada de tiempo.
Como se padecen los olvidos. Esos que no se van.
ResponderEliminarAunque no tengan ya sitio.
Vero, quizás vuelven para encontrarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pendemos de un hilillo, además andamos bamboleando, nos balanceamos como un péndulo extraviado en el laberinto, en el mal negocio de la historia.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
La historia como un mal negocio. Tienes toda la razón. Recuerdo que sólo la entendí cuando estudiaba desde el punto de vista económico.
ResponderEliminarFrancesc, intentaremos agarrarnos a ese hilo mientras podamos.
Salud
Holla su espacio online es muy hermoso,es la tercera vez que vi tu pagina, buen espacio!
ResponderEliminarAdios